Cómo curar un esguince de tobillo

El esguince de tobillo, el rey de la fisioterapia

Los esguinces de tobillo son normalmente traumáticos, debido a una torcedura, pero en algunas ocasiones sin torcedura se produce también un esguince en nuestro tobillo, por “estress” de los ligamentos peroneo astragalinos, debido a un mal apoyo continuado, por lo que cada caso hay que estudiarlo en profundidad y, sobretodo, con personalización de cada uno de los tratamientos.

Por norma general, los esguinces de tobillo suelen tener lugar en el ligamento peroneo-astragalino anterior ,es decir, la cara externa de nuestra articulación del tobillo. Hay tres grados de lesión:

Esguince de Grado 1

Distensión del ligamento sin rotura. Se produce edema y dolor, subluxación de la articulación leve, pero sin imposibilidad funcional.

Esguince de Grado 2

Rotura parcial de los ligamentos afectados. Se produce subluxación de la articulación moderada, edema importante, hematoma por rotura de vasos e imposibilidad funcional moderada.

Esguince de Grado 3

Rotura completa de uno o varios ligamentos del tobillo. A veces, se produce una luxación completa del tobillo o subluxación importante de la articulación e imposibilidad funcional completa. El dolor es menor, ya que hay rotura de nervios y tejido conectivo, el cual “informa” del dolor a nuestro sistema nervioso central; por lo que hay que inmovilizar y estabilizar de inmediato para evitar daño de más estructuras.

Lo más importante del tratamiento del esguince de tobillo es saber tratarlo como una globalidad: este no solo afecta al tobillo, sino a todo nuestro cuerpo, ya que se produce en nuestra estructura de apoyo (los pies). Estos son como los cimientos de una casa: si se ven afectados, puede afectar al resto del cuerpo. Es muy frecuente que acuda a nuestra consulta que un esguince “mal curado” pueda provocar daños en articulaciones colindantes por mal apoyo y mal reparto de la carga (como rodillas y cadera), incluso producir lumbalgias de repetición, o problemas cervicales recidivantes.

El tratamiento debe ser desde el primer día y desde el minuto uno en la gran mayoría de los casos, siempre después de haber descartado la fractura. 

La realización de pruebas diagnósticas como la radiografia o la ecografía son cruciales para realizar un buen diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la lesión.

Ejercicios y terapias para realizar en casa

Es recomendable la realización de baños de contraste de agua caliente y agua fría a partir de las 48 horas de la realización del esguince. Por eso, se recomienda la inmovilización en los grados 1 y 2 con vendas especiales que estabilizan la articulación pero permiten este tipo de terapias desde el principio.

Cuando tu fisioterapeuta te lo indique, puedes empezar a hacer ejercicios de movilidad articular sin carga y progresivamente con carga. Por ejemplo:

  • Tumbados y con los pies estirados, mueve el tobillo arriba o abajo y hacia los lados, haciendo diagonales. También puedes probar a dibujar las letras del abecedario.
  • De pie camina primero sobre tus puntas y después sobre tus talones. A continuación, realiza el mismo recorrido con la parte interna y externa del pie.
  • Con los pies separados a la anchura de la cadera, salta cayendo primero en la planta del pie, después en la parte delantera y por último en la parte trasera*

*Evidentemente estos ejercicios son bajo la supervisión de un fisioterapeuta y se hacen pautados para cada caso de forma personalizada y progresiva.

Agravantes en los esguinces de tobillo

Hay muchas patologías que las puede “enmascarar” un esguince de tobillo, ya que el diagnóstico de este es bastante más sencillo que una fisura, fractura por estress, fractura por arrancamiento o fracturas trabeculares. Por eso, el diagnostico con ecografía, radiografía o incluso de resonancia magnética pueden ser claves para que la recuperación sea perfecta y no quede ninguna secuela.

La inestabilidad crónica de esta articulación también suele ser un agravante del esguince y se puede tratar con una buena terapia de ejercicio activo mediante un readaptador físico deportivo, con el que se realizarán ejercicios específicos para evitar esta patología y, sobretodo, recaídas.

¿Esguince de tobillo o problema global estructural?

El tobillo es una articulación de carga, esencial para el movimiento y equilibrio. En la deambulación y al realizar ejercicio físico, su tarea es imprescindible para la absorción del impacto y la correcta realización del movimiento. De ahí su importancia cuando se lesiona, ya que afecta a todo nuestro cuerpo.

El tratamiento debe ser inmediato, “a pie de pista”, para empezar con la recuperación lo antes posible. Hay que estudiar cada caso y valorar posibles daños colaterales que se hayan podido producir en la lesión, saber valorar todos los tejidos blandos colindantes y valorar la posibilidad de realizar una plantilla en casos crónicos de mal apoyo continuado.

Cómo curar un esguince de tobillo
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Esguince

Breve descripción

Se produce cuando nuestros tejidos fibrosos o ligamentos sufren un estiramiento excesivo, lo que da lugar a que algunas de las fibras que lo forman se rompan.

Síntomas

Molestia o dolor, hinchazón de los tejidos, limitación de movimiento o inmovilidad total o presencia de hematomas o derrames.

Tratamiento

Reposo en alto, aplicación de frío, inmovilización y tratamiento con fisioterapia y readaptación.

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